16 de abril 2017, Intrenacional
Vincent Callebaut, es un arquitecto que tiene puesto el ojo sobre Paris, ciudad donde reside, y esto es con tal de poder llevar acabo poco a poco su proyecto de convertir a esta ciudad en una Ciudad -ecológicamente- Inteligente. El principal factor del cual apoyarse, mientras apoya a este también: es el medio ambiente, el que es un elemento importante en el trabajo de Callebaut. Actualmente, el auto llamado arquibiotecto, está llevando a cabo el proyecto de construir un rascacielos que fusiona perfectamente “la tecnología y la cultura de occidente y de oriente”, además de que afirma que su estructura está inspirada en una doble hélice de ADN, la cual comenta que es “la fuente de la vida y el símbolo de la armonía”.
Taipei, la capital de Taiwan, es el lugar donde se construye su edificio, Tao Zhu Yin Yuan lo cual significa “El retiro de Tao Zhu”. Su proyecto una vez esté terminado en septiembre del 2017, será un complejo residencial, en el que se habrán plantado, para entonces, 23.000 árboles y arbustos. También, Callebaut compara su idea con una especie de bosque urbano, fijándose más en su futura fachada verde.
Callebaut, define su auto denominada categoría de arquitecto (arquibiotecto) como la unión de las palabras arquitectura, biotecnologías, tecnologías de la información y de la comunicación. Cabellaut busca que con sus estructuras, se rompa el paradigma construido sobre los cimientos de las ideas por los que fueron construidas las ciudades, como un lugar para proteger al humano de su entorno natural. Los jardines verticales, donde el edificio mismo se vuelve el jardín, ese es el futuro en el que creen muchos arquitectos que comparten su idea.
Si todo sale según lo planeado, la estructura que culminara en septiembre de este mismo año, las plantas que cubren y rodean toda la edificación serán capaces de absorber 130 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) cada año, lo equivalente a la cantidad de emisión provocada por 27 carros.
Según la Agencia Internacional de Energía, en Taiwan, en el año 2014 se produjeron más de 250 millones de toneladas de CO2. Callebaut admite que su estructura es un paso pequeño, pero insiste en que es “un gran salto contra el calentamiento global”.
El complejo de apartamentos de 21 pisos también está diseñado para que sus residentes ahorren en consumo de energía. Su diseño utiliza la luz y la ventilación natural e incluye un sistema de reciclaje de agua lluvia y paneles solares en la azotea.