Las negociaciones para terminar de aceitar los mecanismos para poner en marcha el Acuerdo de París el año próximo continúan en Madrid, sede de la COP25
Las negociaciones para terminar de aceitar los mecanismos para poner en marcha el Acuerdo de París el año próximo continúan en Madrid, sede de la COP25. Aunque la joven Greta Thunberg aún no llegó a la capital española, ayer el reclamo de cientos de jóvenes fue protagonista en la voz de representantes de Fridays for Future y de varios grupos de padres que adhieren al pedido de sus hijos.
“Los desastres relacionados con el clima se han convertido en la norma y los niños están viendo puesta en riesgo su salud, su futuro y su vida debido al caos climático. No podemos aceptar que este sea el mundo que entregamos a nuestros hijos», dijo Jesús García, un representante del grupo climático Madres Por El Clima de España en una carta que se dio a conocer ayer.
La declaración, firmada por madres y padres de 222 grupos en 27 países y que fue entregada a los delegados de los países, señala que los compromisos políticos actuales nos encaminan hacia un catastrófico aumento de la temperatura global de 3 °C a 4 °C. “Con cada tonelada de carbono que liberamos, los impactos climáticos empeoran. Millones de niños, especialmente en áreas del mundo donde los medios de vida ya se ven afectados por la pobreza, la escasez de agua y la sequía, serán los más afectados. Esto es una injusticia moral, y como padres, no vamos a permanecer impasibles y ver que a los niños se les roba su futuro”, dice Cherise Udell, madre de dos hijos de Utah Moms for Clean Air, en los Estados Unidos.
“Los grupos abajo firmantes señalan que la cumbre climática de la ONU es una oportunidad crucial, especialmente para aquellas madres y padres presentes en las negociaciones, para defender a las niñas y niños y actuar con valentía para legislar una acción climática ambiciosa en línea con el mantenimiento del aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 ºC”, sostienen.
De acuerdo con el reporte 2019 del Presupuesto Global de Carbono, publicado hace unas horas, el uso del carbón ha disminuido, lo que por supuesto es bueno para la lucha climática global que convoca en Madrid. No obstante, el petróleo y el gas mantienen en aumento de las emisiones que alimentan la emergencia. Así las cosas, el gas más parece una trampilla hacia el infierno de Dante que un puente hacia un futuro bajo en carbono. Las tasas de emisiones de 2019 son inferiores a las de 2018, debido a la disminución sustancial del uso del carbón en la Unión Europea y Estados Unidos, y al crecimiento más lento del uso de este combustible fósil en China e India en comparación con los últimos años.
Los jóvenes volvieron a ayer a reclamar por esa urgencia. En una rueda de prensa, organizada por Climate Action Network (CAN), que les cedió su tiempo para que pudieran presentar su reclamo, un representante de Youth for Climate de cada continente ha expresado las voluntades de los jóvenes.
El primero en intervenir fue Joel Peña, un mapuche de Chile, país que preside la COP, aunque por las revueltas sociales no ha podido ser anfitrión, ha manifestado a las comunidades indígenas que las voces se están alzando y que todos reconocen que esta es una lucha contra la emergencia climática y ha dicho que la razón por la que luchan los activistas es “tratar de dignificar la vida humana cada día”.
El joven chileno dijo que lo que ocupa a Chile y al resto de Latinoamérica es “signo” de un problema político, ya que la dignidad de las personas no solo recae en las soluciones económicas y ha reclamado “justicia climática” en la que los países desarrollados deben hacer más para lograr limitar a 1,5 ºC el aumento de la temperatura global.
En representación de Argentina estuvo la joven Nicole Becker, de Jóvenes por el Clima: “Pedimos una acción concreta por la crisis climática y creo que quedó bien claro. Queremos reafirmar que nuestro reclamo está íntimamente relacionado con los derechos humanos. Estamos aquí para seguir haciéndonos escuchar. Y es importante que los movimientos estudiantiles estemos en estos eventos, como es esta cumbre”, le dijo a Infobae.
Algunos activistas chilenos, como Ángela Santiago de Fridays For Future en Chile o Correa, han querido dejar constancia de la impronta latinoamericana de esta marcha, pese a que se produzca en terreno europeo, así como de la relación entre la crisis climática y la crisis política de su país. “Se supone que iba a ser una COP 25 latinoamericana y traemos nuestras voces; tenemos ocho años para evitar una catástrofe climática”, dijo la portavoz de Fridays For Future en Chile, Ángela Santiago.
Para Correa, mapuche y coordinador de la organización Minga Indígena, “los pueblos indígenas hemos estado ausentes de la negociación climática” y “están matando a nuestros líderes en los lugares donde hay conflictos medioambientales”, denunció en la rueda de prensa de Fridays For Future.
Nueva marcha
El viernes, para cuando se espera que Greta Thunberg llegue a Madrid, se realizará una nueva marcha por el clima. Según Pablo Chamorro, portavoz de la Marcha por el Clima y de la Cumbre Social por el Clima, “nadie duda ya de que 2019 ha sido el año del despertar climático, de los que jóvenes que se han levantado para pedir más ambición y medidas valientes a la clase política para hacer frente a la crisis climática”. También ha afirmado que la protesta cuenta con “850 entidades adheridas” y espera que se concentren “más de 100.000 personas”.
Está convocada por las plataformas Fridays For Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática y ’2020 Rebelión por el Clima’, con el apoyo de las organizaciones chilenas Cumbre de los Pueblos, Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) y Minga Indígena. También se sumarán otros convocantes como organizaciones ecologistas y sindicatos. En Buenos Aires, la cita será a las 17, frente al Congreso de la Nación.
Info BAE
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