19 de mayo de 2020, Internacional
La iniciativa #InmocionateEnCasa reunió a diario más de 1 mil profesionales inmobiliarios desde el pasado 19 de marzo para debatir y profundizar en los temas de mayor actualidad de la industria inmobiliaria.
El evento online gratuito, impulsado por la Unión de Créditos Inmobiliarios y su área SIRA (Spanish International Realty Alliance), se ha convertido en el evento inmobiliario de referencia para el sector.
A partir de más de 60 horas de trabajo, SIRA seleccionó las tendencias del sector inmobiliario para el “Día Cero”, post COVID-19. Estas son las principales:
1. Digitalizarse o morir
La tecnología ha sido la gran lección de esta crisis. El COVID-19 ha logrado la transformación digital de la que se ha hablado por años, en estas últimas semanas, se ha instalado en las empresas inmobiliarias.
La mayor parte de los participantes afirmó haber realizado videoconferencias con sus clientes y equipos a través de múltiples plataformas, han empleado las redes sociales para dar a conocer propiedades.
También han realizado comunicaciones comerciales a través del WhatAppp, y se han formalizado muchas de las operaciones que ya estaban en marcha, desde casa y gracias a estas herramientas.
Los inmobiliarios asimilaron que un lead -contactos que dejan sus datos a través de la web, de las RRSS o de un mail– son tan eficaces como una llamada o una visita. Por ello cuidan los canales digitales más que nunca.
2. Visitas online
En los próximos meses se prevé continúe el temor a las distancias cortas y será imprescindible implantar múltiples medidas de seguridad para proteger la salud, tanto de clientes como los trabajadores.
Es por ello que se promueve otra tendencia, el teletrabajo, reorganizando los interiores de sus oficinas y ampliando la distancia existente entre los puestos de trabajo o protegiéndose con guantes, pantallas o mascarillas.
A la hora de ir a una propiedad, se recibirán “visitas necesarias”, con aquellos compradores ya muy filtrados por la agencia inmobiliaria. Incluso solo aquellos cuyo estudio financiero haya sido favorable.
Con esto se espera que las visitas guiadas a los potenciales compradores en las propiedades sean más rápidas, mejor protegidos y manteniendo siempre la distancia de seguridad.
3. Del alquiler turístico al alquiler tradicional
El frenazo en la llegada de turistas, y las dudas sobre cuánto tiempo podría durar esta situación, obliga a propietarios e inversores a buscar fórmulas para salir menos dañados por esta crisis.
Si bien desde 2018 muchos propietarios valoraron reorientar el uso de sus viviendas hacia el alquiler habitual, mucho más sencillo y económico de gestionar. Sin embargo, el COVID-19 restó fuerza a estas tendencias.
4. Presencia omnicanal
Las compañías inmobiliarias están abocadas a combinar el entorno físico (la agencia a pie de calle) con los múltiples canales digitales existentes: una web adecuada, una correcta presencia en las redes sociales y medios.
“El 85% de nuestros clientes llegan por el canal online pero se deciden en el offline -visita física-. La combinación de ambas estrategias es clave para ofrecer un servicio excelente”, indicó Francis Fernández, CEO de SIRA.
5. Los inversores en el mercado
Existirá una caída generalizada de precios que convivirá con una sobredemanda por las viviendas más atractivas. “El buen producto, a un precio adecuado, no tardará en venderse“, afirmó Toni Expósito, director general de Comprarcasa.
El experto destacó que el precio en el sector inmobiliario es una cuestión de micro-mercado y puede variar entre dos propiedades con ciertas similitudes.
“Se espera que con la apertura del mercado aparezcan ofertas, de personas que necesitan liquidez y de la oferta acumulada, pero no esperamos grandes gangas como las de los peores años de la pasada crisis“, dijo.
6. Nuevas preferencias de vivienda
El estado de alarma y el confinamiento ha llevado a replantearse el tipo de vivienda en el que se quiere vivir. Tras semanas de confinamiento, muchos han descubierto que sus casas no tienen lo que su familia necesita.
Cuestiones como la existencia de luz natural, de espacios más amplios, con mejores vistas o con zonas ajardinadas son ahora parte de las tendencias. Muchos compradores, interesados hasta ahora en vivir en los centros de las ciudades, se replantean esta cuestión.
Ahora la vista está puesta en viviendas en localidades más pequeñas o en el extrarradio, animados además por los precios más bajos y por la posibilidad de poder continuar trabajando en remoto en sus empresas.
“El parón profesional por el COVID-19 ha sacado a la luz las conclusiones más valiosas de los principales expertos del sector“, indicó Francis Fernández, director general de SIRA al indicar que las tendencias serán una hoja de ruta para abordar con éxito la incertidumbre del futuro inmediato.
Fuente: República Inmobiliaria