Julio, 2016
La promoción que en Copenhague se ha hecho de la bicicleta como medio de transporte y su consiguiente apoyo a través del diseño urbano y medidas que favorecen a la movilidad sustentable, han hecho reconocida a la ciudad como la capital mundial del ciclismo urbano.
Incluso, en más de una oportunidad ha sido destacada entre los dos primeros lugares de diferentes mediciones como una de las ciudades más amigables del mundo con las bicicletas, entre los que se encuentran el Ranking Copenhagenize (2015 y 2013) y un estudio de Mother Nature Network.
De hecho, la movilidad sustentable es, sin lugar a dudas, uno de los principales tópicos considerados en el plan Copenhague Carbono Neutral 2025 que elaboró la ciudad para convertirse en la primera capital del mundo en no emitir carbono. En este plan plantea los siguientes seis objetivos.
1. Hacer que el transporte público sea carbono neutral.
2. Tener un 20% de pasajeros más que en 2009 que usan el transporte público.
3. Lograr que el 50% de los viajes a los lugares de trabajo o estudio que sean en Copenhague se realicen en bicicleta.
4. Alcanzar una tasa de un 75% de los viajes realizados a pie, en bicicleta o en transporte público.
5. Conseguir que entre un 20 y 30 por ciento de los vehículos livianos usen nuevos combustibles.
6. Obtener que entre un 30 y 40 por ciento de los vehículos pesados usen nuevos combustibles.
Sobre la base de este plan de largo plazo, una de las medidas que la capital adoptó y que ha sido bien recibida en ciudades de todo el mundo fue establecer que cada edificio nuevo que se construya debe tener un techo verde. De esta manera se busca reducir la temperatura ambiental y absorber entre un 50 y 80 por ciento de las aguas lluvias, entre otros beneficios.
Dentro de este plan también se considera transformar el sector de San Kjeld en el primer barrio de la ciudad que sea totalmente sustentable.
Por Constanza Martínez Gaete