Los desplazamientos son parte fundamental en la rutina de cualquier persona. Por lo mismo, la calidad de los viajes, el modo en que se realizan, su costo económico y la seguridad que ofrecen, entre otros factores, no solo terminan por reflejar cómo es la movilidad de una ciudad, sino que también su calidad de vida.
Con el objetivo de hacer que la movilidad beneficie a la mayor cantidad de ciudadanos, varias ciudades alrededor del mundo están impulsando medidas sustentables.
Al respecto, el centro de soluciones de transportes de Xerox acaba de destacar siete casos en su publicación, “Compartir la Ciudad”, en la que plantea que las urbes que lo están haciendo es enfocarse en las personas tras reconocer que el automóvil no va a resolver los problemas de movilidad sino que al contrario, están fomentando la intermodalidad y a su vez cuidando su economía.
Cada ciudad fue destacada por tener dos o más de seis principios considerados que ayudan a mejorar la movilidad: Transitabilidad asegurada, Calles amigables con las bicicletas, Facilidades para los viajes multimodales, Equidad demostrada, Preocupación por la seguridad y Fomento continuo a las mejoras.
1. Amsterdam
Actualmente, la capital de los Países Bajos puede ser considerada un referente de movilidad sustentable, pero no siempre fue así. De hecho, la historia fue rotundamente diferente en los años 60 y 70 debido a la gran cantidad de muertes fatales causadas por accidentes de tránsito, particularmente atropellos. Como referencia, solo en 1971 murieron 3.300 personas por este motivo, entre ellos 450niños.
Producto de esto, los ciudadanos empezaron a protestar pacíficamente y conformaron el grupo “Dejen de matar a los niños” que logró presionar a las autoridades y al gobierno local a introducir nuevas medidas de seguridad vial. En este sentido destacan la creación de calles de tráfico calmado (o Zonas 30) y espacios compartidos, junto con las construcción de 400 kilómetros de ciclovías respaldadas por la implementación de políticas amigables con las bicicletas.
Como resultado ahora Amsterdam tiene una de las tasas de accidentes fatales de tránsito más bajas del Viejo Continente que llega a las 3,2 muertes por cada 100 mil habitantes y un 60% de los viajes interiores se hacen en bicicleta.
No por nada ahora Amsterdam ha sido elegida en más de una oportunidad como una de las ciudades más amigables del mundo con las bicicletas, según Copenhagenize, y en esta publicación destaca por tres de los seis principios: Calles amigables con las bicicletas, Facilidades para los viajes multimodales y Equidad demostrada.
2. Bogotá
El acelerado crecimiento económico que tuvo Colombia hizo que comprar un automóvil fuera una opción viable para muchos, aunque ocasionara que los motorizados fueron desplazando a los peatones y ciclistas, y haciendo que el aumento del parque automotriz privado se volviera insostenible.
Frente a esto, lo que se impulsó podríamos decir que fue una reconquista del espacio público a través de la movilidad sustentable.
Es por esto que hoy en Bogotá está prohibido en varios puntos de la ciudad que los automovilistas se estacionen en las veredas para garantizar que sean para los peatones, hay 200 km nuevos de ciclovías y biciestacionamientos en las estaciones de buses públicos, y que funciona TransMilenio, descrito como el sistema más grande del mundo de Bus Rapid Transit (BRT), sin desconocer que aún tiene que lidiar con la evasión y el hacinamiento.
En consecuencia, la publicación destaca que la capital colombiana cumple con la Transitabilidad asegurada, Facilidades para los viajes multimodales, Equidad demostrada y Fomento continuo a las mejoras.
3. Copenhague
La capital danesa es una de las ciudades más amigables del mundo con las bicicletas -sino la más amigable del planeta según el último ranking de Copenhagenize- en la que cada día un 45% de los viajes para ir a estudiar o trabajar se hacen en bicicleta (o incluso más de la mitad de la población).
Los desafíos para alcanzar esta cifra han sido variados y en constante evolución de acuerdo a las necesidades de los ciudadanos. Por ejemplo, cuando se empezó a masificar el ciclismo como modo de movilidad, los trenes no eran aptos para poder llevar bicicletas. Después sí se podía y era posible subir hasta 22 bicicletas por tren. Hoy están acondicionados para transportar 46 bicicletas.
Otro ejemplo es que en diez estaciones de trenes se habilitaron talleres mecánicos para que los ciclistas dejen sus bicicletas en las mañanas y la pasen a buscar en la tarde, además de aumentar los biciestacionamientos paulatinamente.
Acerca del panorama de movilidad de Copenhague, en la publicación se destaca como una clave del éxito que “las iniciativas amigables con las bicicletas se integran inteligentemente con otras opciones de transporte”. Por lo mismo, cumple con los principios de Calles amigables con las bicicletas y Facilidades para los viajes multimodales.
4. Lipsia
Esta ciudad del este de Alemania está viviendo un proceso de renovación demográfica que evidencia que los Millennials, o la Generación del Milenio, integrada por quienes nacieron entre 1980 y 1992, tienen pautas de movilidad muy diferentes a las de generaciones anteriores y no tienen como prioridad comprar un auto.
Sin embargo, en Lipsia, tienen la opción de poder arrendar un auto de teilAuto, un sistema de car-sharing impulsado por el municipio que da cuenta de las posibilidades de la economía del compartir que privilegian los más jóvenes. Por lo mismo, en la publicación se menciona que “el uso innovador de los recursos compartidos de transporte puede hacer una ciudad más segura, más verde y más atractivo para la generación del milenio”.
Así es como esta ciudad tiene Facilidades para los viajes multimodales, Equidad demostrada y Fomento continuo a las mejoras.
5. Nueva York
Las históricas fotografías de Nueva York en que las calles estaban repleta de automóviles están empezando a quedar atrás. Incluso, en 50 casos, los espacios públicos lucen completamente diferente, entre los que está Times Square que en 2010 prohibió el paso de autos y se volvió peatonal.
Además, la creación de un sistema de bicicletas pública, Citibike, la construcción de ciclovías (en 2015 se superaron los 1.500 km) y la habilitación de 57 corredores de BRT hicieron posible que los accidentes con peatones involucrados bajaran en un 35% y que los tiempos de viajes mejoraran en un 17%.
Sobre esta ciudad estadounidense, la publicación menciona que fue capaz de entregar una movilidad centrada en las personas que no necesariamente requiere de un alto costo económico. Asimismo, los principios que distinguió son: Transitabilidad asegurada, Preocupación por la seguridad y Fomento continuo a las mejoras.
6. Portland
Portland es la segunda ciudad estadounidense que está dando que hablar positivamente sobre movilidad urbana. Esta situación se debe a que en los ’70 el ayuntamiento empezó a planificar con un enfoque pro sustentabilidad para no caer en el desarrollo centrado en el auto y en la expansión urbana.
Fue así como se estableció una inversión anual de US$2 millones en la construcción de ciclovías y otro tipo de infraestructura ciclista. ¿Los resultados?
En un período de 23 años, entre 1990 y 2013, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) bajaron en un 11 por ciento. La tasa de uso del auto bajó en un 20% en comparación con otras ciudades del país. Además, los millennials se están trasladando a vivir aquí y con ello han revitalizado la economía.
Ante esto, en Portland se reconocieron los siguientes principios: Transitabilidad asegurada, Calles amigables con las bicicletas, Equidad demostrada y Preocupación por la seguridad.
7. Ciudad de Singapur
Desde 1950 a la fecha, Ciudad de Singapur ha impulsado sus proyectos con dos ejes importantes, la habitabilidad y la sustentabilidad. Este enfoque actúa como una respuesta al acelerado aumento demográfico que iba de la mano de un déficit de viviendas.
Aprovechando sus condiciones climáticas (clima tropical) y geográficas (isla), también impulsó la construcción de 230 kilómetros de ciclovías y senderos peatonales para favorecer a ambos modo de movilidad. Pero los desafíos siguen hacia el futuro, ya que la ciudad se planteó que la red de ciclovías supere los 700 km.
¿Sus principios? Transitabilidad asegurada, Calles amigables con las bicicletas, Facilidades para los viajes multimodales y Fomento continuo a las mejoras.